Cuando pensamos en una empresa, lo primero que viene a nuestra mente es una imagen corporativa: pasillos largos llenos de puertas y oficinas, cubículos, recepcionistas, el ruido de teléfonos y salas de negocios en las que, en completa privacidad se pueden firmar grandes contratos. En los negocios, la imagen juega un papel muy importante, pues nadie fiaría sus asuntos personales a un sujeto con apariencia de coyote, salvo que este cuente con una experiencia amplia e irrefutable. En ese caso, seguro será propietario de una empresa con unas instalaciones adecuadas para los clientes que lo visitan.
Las empresas jóvenes siempre tienen tropiezos al momento de montar sus áreas de trabajo. El capital suele ser uno de los principales problemas, ya que la renta o la adquisición de un edificio céntrico y de fácil acceso a nuestros clientes y empleados, es muy costosa, eso sin mencionar los gastos necesarios para acondicionar por completo el área a nuestras necesidades, añadiendo además los permanentes pagos de mantenimiento y de los servicios del inmueble.
No poseer un edificio propio o el capital necesario para nuestras actividades, incluso puede ser un factor para la pérdida de clientes importantes, ya que gran parte de la confianza que generan nuestros clientes por nuestros productos y servicios, es gracias tanto a la imagen de los mismos como a la imagen que despidamos como empresa. Mientras más profesional sea nuestra imagen, más seguridad y confianza depositará el cliente entre nosotros. Por supuesto que la imagen no lo es todo, la calidad de los productos y servicios que ofrezcamos deben ser inigualables y únicos para que cada trato que tengamos con nuestros clientes sea toda una experiencia para ellos, pero es innegable la importancia de la imagen.
Muchas empresas jóvenes o de poco capital no pueden acceder a la adquisición o al arrendamiento de un lugar ideal para desempeñarse laboralmente. También muchos servicios que ofrecen algunas empresas o trabajadores independientes, no requieren de la renta de una instalación durante un mes y pueden desempeñarse laboralmente desde casa u otro lugar. Para ellos adquirir un inmueble representa un gasto innecesario.
En algunas ocasiones las instalaciones con las que contamos no son las adecuadas o están en una zona de difícil acceso para algunos de nuestros clientes, para todas estas situaciones o las que surjan, existe una solución directa, sencilla y económica: la renta de una oficina virtual.
Los grandes avances tecnológicos en materia de computación, así como la facilidad de acceso a las conexiones fijas y móviles de internet, han cambiado la forma en la que se veía la rutina de trabajo. Muchas empresas han preferido utilizar un sistema de trabajo en el que los empleados hagan sus labores desde casa, además es de resaltar que los trabajadores que laboran desde su hogar, por lo regular presentan mejores resultados, dado que los factores como no tener un horario fijo de trabajo.
Trabajar en completa comodidad, evitar los traslados que en las grandes ciudades suelen ser bastantes fastidiosos, los hacen más eficientes. Este tipo de empresas por lo regular no cuentan con instalaciones, y recibir a un cliente importante en un restaurante o en el lugar que se acondicionó en casa para el trabajo, suele restarle seriedad al negocio y el cliente puede perder el interés por la falta de seriedad y profesionalismo.
La renta de una oficina virtual no es costosa si se compara con todos los pagos de impuestos, de trabajadores y gastos de una oficina tradicional. Las empresas que prestan estos servicios, suelen manejar paquetes de renta por los días u horas que se utiliza el lugar. Sin embargo, el problema de un domicilio fiscal no se resuelve con la renta de un espacio adecuado.
Toda empresa necesita un domicilio de registro y mientras en mejor zona se encuentre ubicado tendrá la captación de clientes con mayor capital de inversión y adquisición. Otro inconveniente podría ser no contar con personal dedicado a cubrir necesidades como responder el teléfono en todo momento, servicios de paquetería y mensajería, servicios de redacción o creación de presentaciones.
Si estás empezando una empresa o necesitas una oficina más céntrica o unas mejores instalaciones, no dudes en acudir con la mejor empresa en el ramo: Oficinas IBS. Con nosotros tendrás la seguridad de que estás adquiriendo el mejor servicio. Nuestras oficinas están ubicadas en las zonas más exclusivas de la ciudad, tenemos sucursales en Santa Fe, Condesa, Polanco, Paseo de la Reforma, Insurgentes Sur y hasta en Tecamachalco, seguramente una de nuestras instalaciones se adaptará a tu zona laboral.
En nuestro catálogo de servicios, puedes contratar desde un servicio de recepción de llamadas en las que las 24 horas tus clientes tendrán una línea a la cuál comunicarse y recibir atención inmediata. Además, si necesitas servicios adicionales como mensajería, entrega de paquetes, recepción de clientes en estaciones de camiones y en el aeropuerto o para cualquier conflicto que se presente en el funcionamiento de tu empresa, puedes adquirirlos con nosotros. Y si no cuentas con un domicilio fiscal o si necesitas uno con una mejor ubicación para aumentar la demanda de tus servicios, nosotros podemos ayudarte con un domicilio fiscal que se adapte a tus requerimientos.
Llámanos o contáctanos por un mensaje en esta página. Si lo prefieres, puedes descargar nuestra app totalmente gratis y recibirás asesoría de los profesionales. Con nuestro servicio de cotización, puedes saber cuánto vas a pagar exactamente. Ven con nosotros y obtén la imagen que tu empresa necesita para colocarse como una de las mejores en su ramo. Piensa en grande, piensa en una oficina virtual.