¿Qué es un centro de negocios?
Se trata de una empresa que brinda servicios de tercerización a otras, ya sea que le ofrezca cierto trabajo neto, una plantilla de personal, un espacio para laborar, plataformas virtuales y demás herramientas de trabajo, por solo mencionar algunas de las funciones en las que se puede ofrecer la tercerización o subcontratación. Hace alrededor de cincuenta años se empezó a implementar este tipo de servicio en Norteamérica y si bien desde entonces hasta la actualidad ha cobrado cada vez más y más terreno en el mundo laboral de Occidente, lo más probable es que su implementación en el modelo de trabajo de este tiempo siga creciendo. Pero, ¿por qué tendría que ir en ascenso la demanda de que otro (un centro de negocios) haga nuestro trabajo?, se preguntará alguna persona. La razón es bastante sencilla: el ahorro de tiempo, esfuerzo y capital directamente invertido en realizar trabajos necesarios, pero que roban bastante energía (equipar, por ejemplo, con los servicios básicos las instalaciones) o actividades en las que la empresa en cuestión simplemente debe reconocer que no tiene la capacidad, el equipo de profesionales o el abasto para realizar (pongamos un ejemplo un poco burdo y pensemos en los trabajos de contabilidad o el manejo de nómina). Además, en el primer caso, el de los trabajos necesarios (como el equipamiento o el reclutamiento de personal) no hay, como en otros, un efecto boomerang de retribución económica.
Otra definición que podríamos dar de la subcontratación o tercerización sería la siguiente: una sola empresa ofrece distintos tipos de servicios, en áreas especializadas o con servicios muy específicos, útiles para cualquier pequeño empresario o corporación que busca simplificar sus procesos de trabajo. En Oficinas IBS somos un centro de negocios y así es como trabajamos.
¿Pero qué clase de subcontratación le ofrecemos nosotros al público? Para empezar, podemos señalar la renta de oficinas virtuales, un modelo que, estamos seguros, terminará por conquistar los caminos para expandirse que están decidiendo tomar las empresas. Estamos seguros de que los padres o los abuelos de quienes leen el presente contenido nunca habrían pensado, aunque es posible que ya estuviera empezando a implementarse el modelo, en las posibilidades de la subcontratación y mucho menos en las ventajas de utilizar una oficina virtual, trabajando desde el hogar y apoyado con los aparatos básicos: una computadora conectada a internet y un buen teléfono.
Sin embargo, hay más ventajas en contratar el servicio de una oficina virtual. Un factor esencial como decidir cuál es el lugar más ventajoso para ubicarlo queda resuelto en este modelo de subcontratación, ya que contamos con distintas oficinas en puntos estratégicos de la ciudad, lo cual dejará una muy buena imagen de su empresa o proyecto en el recuerdo de su cliente o inversionista citado en dicho lugar.
Es interesante ver cómo solicitar el apoyo de un centro de negocios es a la larga un camino seguro para lograr potenciar la capacidad de cualquier empresa, no solo para que entre en el mercado correspondiente a su ramo, sino para todo aquello que corresponde a su funcionamiento interno. Un buen ejemplo de esto, podría ser la posibilidad de contar con más de una sede.
Otra gran ventaja que hemos intentado subrayar en éste y otros contenidos de la página web es la practicidad con la que tan solo en un par de días o pocas semanas uno puede echar a andar su empresa o, de no ser el caso, anexarle una nueva sede si se solicita ayuda en un centro de negocios. Lo engorroso y el tiempo de retraso que implica conseguir datos fiscales, buscar la zona más adecuada en la ciudad, encontrar un establecimiento que cumpla nuestras necesidades, realizar o escoger el diseño de interiores, administrar correctamente los recursos descontando la inversión inicial y cada mes de renta o, por el contrario, decidir instalarse en una zona no tan ventajosa para nuestro proyecto tan solo por falta de capital, hacen que la posibilidad de cristalizar un proyecto, por mejor estructurado que esté o más atractivo que éste sea, sufra ciertos retrasos o percances. Y aún así, todo lo que hemos mencionado son solo los problemas iniciales ya que durante el trabajo cotidiano surgen nuevas responsabilidades que nos requerirán tiempo, esfuerzo y dinero. Ahí tenemos, claro, la necesidad de adquirir todos los aparatos de oficina requeridos, pagarle a una persona por realizar el aseo del lugar o descontar cada mes una suma considerable de dinero para pagar la electricidad, el agua potable o el servicio de internet. Servicios necesarios que ayudan a incrementar el “consumo hormiga” de nuestro dinero o patrimonio.
Al no tener que realizar dichas tareas nuestra empresa podrá olvidarse de un margen de tiempo perdido inevitable. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? Al reducir gastos y tareas engorrosas que gastaban el tiempo neto de la empresa y sus trabajadores, lo más probable es que la vía para alcanzar ciertos objetivos empresariales se pueda cumplir más rápido, puesto que se enfoca más energía y capital humano en llegar hacia ella.
Hemos hablado mucho sobre los pequeños empresarios o las corporaciones locales, pero no hemos destacado un punto clave. Los inversionistas extranjeros encuentran muy funcional la subcontratación, puesto que les permite romper sus fronteras o limitantes geográficas a un precio bastante accesible. Y no solo nos referimos a aquellos que han conquistado el mercado internacional, sino a aquellos de tipo local que entienden las múltiples ventajas de la tercerización y el modelo virtual de trabajo.
No dude acercarse a nosotros. Su expansión y comodidad como empresa serán nuestra única meta.