Las pequeñas empresas están en auge, pues las facilidades tecnológicas han favorecido su aparición. Del mismo modo, cada vez hay más empresas que se convencen de que los trabajadores pueden cumplir la mayoría de sus deberes de forma remota, esto también fue motor de muchos emprendedores para lanzar su propio negocio.
Esta situación hace que muchos emprendedores jóvenes se pregunten los temas del SAT entre ellos el domicilio fiscal, por ello vamos a tratar de explicar cómo pueden dirigir una pequeña empresa de forma remota.
¿Por qué trabajar de forma remota?
El mayor atractivo de dirigir una empresa de forma remota es el acceso a grandes cantidades de libertad, lo cual atraerá talento para trabajar contigo, pues, si algo ha caracterizado a la generación millennials es esa búsqueda de comerse el mundo, de descubrir y de viajar, por ello no suelen buscar trabajos convencionales.
Esta libertad que pueden encontrar en las empresas remotas que tienen oficinas virtuales en México han conseguido maximizar sus días de trabajo evitando desplazamientos sin sentido y trabajando desde lugares que les motiven.
Ahora bien, la libertad y la atracción de jóvenes a sus plantillas no es la única ventaja de este modo de trabajo moderno, también es la posibilidad de reducir el coste de funcionamiento, lo que permite que inviertan más en otras áreas de su negocio.
Desventajas de las empresas de trabajo remoto
La desventaja principal de este modelo de trabajo remoto es, precisamente, no tener oficinas físicas. Por suerte hay opciones para subsanar esta desventaja, pues en algunas ocasiones puede causar desconfianza no contar con un domicilio fiscal o un espacio físico donde recibir a sus clientes.
Esto lo pueden resolver optando por oficinas virtuales, como IBS, donde tienen el derecho de acceder a un domicilio comercial, donde pueden llegar sus paquetes y en algunos casos, tendrán la ayuda de un recepcionista que responda sus llamadas telefónicas, pues dentro del servicio, incluye un teléfono fijo, que es especialmente útil cuando sus empleados se ubican lejos de México o quieren dirigir la empresa desde el extranjero.
La importancia del domicilio fiscal
El teletrabajo por medios electrónicos cada día gana más adeptos, pero es importante tener una buena comunicación entre las autoridades fiscales, por lo cual el domicilio fiscal sigue siendo fundamental para la estabilidad fiscal de los particulares.
El domicilio fiscal puede ser las siguientes direcciones de acuerdo con su situación fiscal:
Personas físicas
Una persona física de acuerdo con el SAT es un individuo que realiza cualquier actividad económica, pueden ser freelancer, vendedor, comerciante, empleado, profesionista, entre otros que tiene derechos y obligaciones.
Los domicilios que pueden ocupar para determinarlo como el fiscal son:
- Cuando realizan actividades empresariales, local principal asiento de sus negocios.
- Cuando no realizan actividades empresariales, local de desempeño de sus actividades.
- Cuando realicen las actividades anteriores, pero no cuenten con un local, su casa habitación.
Personas morales
Son un conjunto de personas físicas que se unen para la realización de un fin colectivo. Son sociedades reconocidas por ley como sujetos de derechos y obligaciones. Suelen ser creadas por un grupo de personas que se unen con un fin determinado, como las sociedades mercantiles, las asociaciones y sociedades civiles.
Sus domicilios fiscales pueden ser:
- Local donde se encuentre la administración principal del negocio.
Por lo anterior, las empresas que no tienen un espacio físico donde sucede la administración principal del negocio, pueden servirse de la oficina virtual, pues son a través de ella que pueden acceder a un domicilio fiscal.
Con un domicilio comercial podrán tener una dirección donde recibir correspondencia del SAT, bancos u otras entidades gubernamentales.
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